miércoles, 30 de diciembre de 2020

Adiós 2020.

Cierro suavemente los ojos mientras trato de ocultar y desechar toda esta tristeza.

Ssss, ¡escucha! Oigo de fondo la canción con la que te despedimos. ¡Por Dios! ¿Quién me diría que dejaría de ser hija para ser solamente madre? Te has ido para no volver.

Pero un día, no en este mundo, porque nuestra tierra no es de aquí, nos volveremos a ver.

Y mientras tanto aún escondo en los rincones tu voz, y el amor que nos teníamos.

Tú sillón sigue vacío, y sé que no hay persona en el mundo que llene ese hueco.

Me has roto el corazón, y tal vez estando en esta bola terráquea, no sé si volveré a unir cada pedazo, pero prometo que lucharé por un futuro lleno de fruto. Me has dejado el relevo refulgente y aún no tengo fuerzas para tomarlo.

¿Por qué no me dijiste qué pasaría con tu partida, belleza indómita? 

Respiro tratando de calmar esta sensación de ahogo, por momentos parece anestesiante.

Los pensamientos huyen cada mañana sin propósito alguno, pero si en algún momento desearan volver para torturar este alma dolida... con ira cerraré la puerta, recordando que todo es vanidad y que ya nada será igual. No sostengo la negativa, pero aún los hechos no desean aflorar a la realidad. Solo es tiempo, y el tiempo es creador. Y el creador sostiene el tiempo entre sus dedos, y él me ama, y de momento eso me basta.


Y entré lágrimas y brindis le digo adiós a este año,  no le dedico palabras a nadie más, porque no creo que nadie las necesite. Pero si alguien en este mundo necesitase un abrazo de despedida, una mano que le ayude a pasar el siguiente año, una mirada de paz, una caricia, un beso, ó una palabra que llene ese espacio, aquí estaré a su lado, sin dudas, sin reclamos. No hay nada más bonito que regalar amor. Y tengo amor de sobra, con la paciencia que cada instante necesita. Pues así me lo enseñó mi niña mayor, mi madre.


🥂Adiós 2020🥂, te has llevado entre tus vientos muchas lágrimas, muchas risas, muchas canciones pero jamás pensé que entre ellas irían las mías.

Momentos tristes, pero llenos de esperanza.

Adiós año viejuno, adiós, ya nunca volverán a sentarse entre tu regazo, de aquí a poco habrás quedado en nada y daremos paso a los nuevos sueños.

A la nueva esperanza.

🥂Feliz año nuevo a todos.🥂

No dejes de soñar. https://youtu.be/xd0hgKMkMf8



jueves, 24 de diciembre de 2020

DICEN POR AHÍ QUE DIOS SE HA VUELTO LOCO

Dicen por ahí que Dios se ha vuelto loco, que se hizo un niño pobre y que creció en el barro como tú y yo. Dicen que una niña campesina lo tomó en sus manos, lo arrulló en sus brazos, y le daba amor.

Dicen por ahí que Dios se ha vuelto loco. Que dejó el cielo y a sus ángeles en gloria, y con maleta en mano se mudó a nuestra colonia, y sin más protección que sus sandalias rotas vino a compartir nuestro pan y nuestras derrotas. 

Dicen que dejó su trono allá en el monte santo, para sentarse a donde los culpables tienen su banco, y que abandonó el paraíso prometido para conocer en carne propia mis infiernos más temidos.

Dicen que Dios se ha vuelto loco. Que llegó esa noche de sorpresa cuando no esperábamos a nadie en nuestra mesa, cuando ya creíamos que Dios nos había olvidado, y no contábamos con que quería caminar a nuestro lado. 

Dicen que huyó de su tierra natal, y como emigrante tuvo que esconderse al caminar. Refugiado en el silencio, perseguido por la ley. Ese fue su pan y la copa agria que escogió beber.

Dicen que esa fue su locura, que siendo el eterno e inalcanzable, se hizo el invitado en nuestro hogar, que aceptó las reglas de nuestro juego y en nuestras suelas quiso caminar.

Dios se enamoró de ti, de mí cuando éramos necios y como amantes enloquecido, vulnerable se volvió a nuestros desprecios. 

Pudo habernos obligado a amarle. Pudo habernos convencido a adorarle. Pero no, eligió la ruta del Isaías, aquellos que nos llevan a servirles con sus leyes, pero, él para conquistarnos, se volvió de carne y hueso. Se convirtió en uno de nosotros para amarnos. Por eso celebramos en esta noche fría, aquello que siendo una paradoja, se convirtió en una bella poesía, y aquél que sostiene el universo con su mano, cruzó el infinito mar de estrellas, para hacerse nuestro Padre, nuestro Amigo, y nuestro Hermano.

Ulizes Oyarzún


Feliz Navidad a todos. 

Este año acojo las palabras silenciadas por cada momento vivido en este 2020, pero quiero que sepan que a pesar de todo, la vida sigue y es digna de sentirla, vivirla, de abrazar cada instante con agradecimiento aunque el dolor a veces persista.

Cristo prometió no abandonarnos y por ello decidí seguirle. Y es un lujo saber que el Dios de nuestro universo extiende su mano para ayudarnos en los momentos más oscuros.

Por eso hoy celebro con el corazón en la mano, Emmanuel, que significa Dios con nosotros.

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

S. Mateo 1:23


           


lunes, 6 de enero de 2020

QUERIDOS MAGOS

Queridos Magos: 

Somos conscientes de que sois sabios y entendidos de la astronomía y de todo tipo de Ciencias y Artes que tengan relación con el universo, la religión y sus profecías. 
También sabemos que estáis enterados del nacimiento de un Mesías, de aquel que según las treinta y tres profecías judías, viene a salvar a la humanidad. Puesto que tenemos consciencia que en su busca vais, habéis de saber que no es un Dios común, es bueno, amable, sufrido y amigo de pecadores. ¡Dejadle buena ofrenda!
Porque siendo Rey, se destronará y se despojará de sí mismo. Conocemos que viene a este mundo para ser herido en casa de sus amigos; Y tales heridas, tan profundas serán, que llevarán sellados sus nombres a la eternidad. Morirá por amor, caminará en el calvario y su sudor... gotas de sangre.
Expuesto y desnudo, por burladores escupido, hasta la última gota de su sangre derramará. Morirá sin tacha y pecado, el Santo de Dios lo llamarán. Con su muerte y resurrección habrá de vencer a la muerte y al pecado. 
Será tanto su resplandor que el mismo infierno lo desterrará y por ello pondrá la tierra ante el estrado de sus pies. 

Queridos Magos, puesto que ya sabéis de su gran revelación, quiero que hagáis algo por mi. Este año en vez  de regalos, quiero que le llevéis todo mi agradecimiento, mi amor y mi servicio. 
Porque el verdadero regalo de los Reyes magos es él, Emmanuel Dios con nosotros.

El baúl de Cenicienta.