domingo, 17 de enero de 2016

ELLAS


Siempre nos quedará los puentes del mediterráneo, donde solíamos jugar eternamente en verano.

Llevábamos unos vestidos frescos de volantes, el tuyo era amarillo, el mío blanco.

El cálido aire bailaba nuestros cabellos, y los rayos del sol daban brillo a nuestro color.

Todo era sonrisas; la tarde se convertía en agua y diversión.

A veces amanecíamos envueltas y abrazadas entre literatura y mágicas palabras.

No existía nada que no pudiéramos barrer, no existía nada que no pudiéramos coser, no existía nada que no pudiéramos remendar... Y siempre, siempre nos quedaba tiempo para jugar.

Tu vestido era amarillo, el mío era blanco.

 "Ya saldremos adelante, como siempre."

 LA Cenicienta DEL Baúl.