viernes, 23 de octubre de 2015

DESGARRO.

Balancearse entre letras, leer para encontrar las palabras exactas... Llegar al verso adecuado, al indicado, al escogido, al que hable directamente a este corazón tan inseguro e insignificante.

Vivir toda una vida de sacrificio en sacrificio, a veces porque el alma tiene la necesidad de sumergir las manos desnudas al más necesitado, otras sin aún saberlo... en silencio la inercia empuja. La naturaleza del bien está continuamente activa. 
Otras desde la infancia aguardas en ignorancia y acatamiento haciendo con tu espíritu una prolongación del sacrificio.
Pero el mundo gira y un día con un suspiro, un grito despierta la rabia que te lleva a derramar lágrimas de injusticia.
Injusticia por la miseria humana, el silencio desea permanecer, y abandonar derechos. 
Dios escucha desde lejos, sabiendo que la culpa es la falta de soledad.
Si mi vida perteneciera tan sólo a Dios, tal vez el silencio volaría hasta mi, para abrazarme y refugiarme en las cuatro paredes de la satisfacción de no necesitar nada más que respirar para amar...
Amar al que te espera en la oscuridad de la maldad. 
En la esquina del dolor, el ladrón se lleva los derechos del que sabe que en silencio aprendió amar.
No necesito abordar demasiada inteligencia para entender que cuesta más amar y humillarse, que recoger para sí toda la maldad y egoísmo posible. Y cuesta tanto hacer el bien...

La inseguridad llama a mi puerta golpeando fuerte, mis ojos desde la distancia mira el reflejo de los corazones que no encuentran su silla, por ello censuran mis actos, llevándome a perder la poca cordura que un día la vida me dejó, dejando caer sobre mi un suave peso, el peso de la excentricidad, acarreando consecuencias al ajeno inocente. 
Y el mundo gira y gira a pesar de todo lo ocurrido, a pesar de tanta discordia, el mundo gira, y tan solo el cielo me regala unas pequeñas alas llamadas bondad y humildad. Y son ellas las que me ayudan a volar lejos, para que al batir las alas regale aires de paz...
Tan sólo a veces, me saluda la dulzura pegajosa, esa que agota el alma, y es cuando la inseguridad grita ¡Basta!. Ven, deja que el silencio te lleve a verdes bosques para esconderte durante un largo periodo de tiempo, ven, deja que el olvido haga sus estragos. Ven...

Balancearse entre letras, leer para encontrar las palabras exactas... Llegar al verso adecuado, al indicado, al escogido.