domingo, 10 de septiembre de 2017

ESPERA, NO TE SUICIDES, AÚN HAY ESPERANZAS.

Abandono, ilusiones perdidas, sueños que no llegaron a realizarse, dones y talentos enterrados por culpa del desaliento y el desanimo, por culpa de un espacio de tiempo extremadamente agónico. Palabras infernales, mentirosas susurradas directamente al oído: " No hay salida, dime como lo lograrás, nunca podrás, no vales para nada, no eres nadie, ¡desaparece y apártate del camino, total nadie te recordará!, nadie te echará en falta, nadie te quiere, nadie te necesita..." Y todo ello con un único fin, "tu destrucción".

Aún recuerdo con un aire de tristeza, aquel día de angustia, dolor y sufrimiento, aquella noche de turbada desesperación, donde todo lo que significaba mi persona, mis sueños y mis pensamientos en incesantes golpes de asolamiento se vieron truncados, mi desespero fue tal que llegué a sentir la caricia del viento del mismo abismo. Si no hubiese sido por aquel abrazo fuertemente alentador, se hubiese proclamado en todos mis hemisferios una catástrofe.
La misericordia del Señor jamás permitió que cosa alguna me sucediese en aquel instante. ¿Y sabes por qué? Porque él creyó en mi, porque Dios sí sabía que existía un propósito en mi vida y tenía un destino maravilloso que cumplir.
El Señor desde mi niñez injertó una semilla de fe y en aquel golpe de desesperación, aquella semilla despertó, y fue creciendo... y empezó a darme aliento. Pero a ti ¡oh alama perdida ¿Quién te dará vida si nadie te predica de que existe un Dios que puede cambiar el rumbo de tu historia?

"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Romanos 10:14." 

Estando en el trabajo, escuché una historia reciente y verídica.
"Paseaba por un puente un matrimonio cristiano, cuando de repente sin percatarse anteriormente, observaron con extrañeza a una mujer apoyada en el filo de la baranda, sus intenciones en ese instante estaban difusas para aquel matrimonio, así que sin más, siguieron su rumbo, pero no anduvieron demasiados pasos cuando una voz le susurró al corazón de aquel esposo: "Date la vuelta, mírala, ve y pregúntale en qué puedes ayudarla".
No pudo resistirse a aquellas palabras, así que sin más obedeció. Y al darse la vuelta, aquellas intenciones difusas habían despejado su propósito, aquella mujer quería terminar antes de tiempo su camino. Él se acercó, la miró y le preguntó: "Dime mujer, ¿en qué puedo ayudarla?."
Pero ella guardaba un silencio aterrador.
El hombre insistió, y le hizo la misma pregunta, una y otra vez. Ella desestabilizada por su insistencia le miró; y él le dijo: " No lo hagas, por favor, tenemos la solución para ti, aún puedes cambiar el rumbo de tu vida, si así lo deseas..." La mujer del matrimonio la abrazó y esta desesperada, rompió a llorar entre sus brazos.
Aquella misma mañana comieron juntos, ella entregó su vida a Cristo, sus dos pequeños hijos volvieron a ver a su madre sonreír, pues la vida de aquella mujer empezó a resurgir de las tinieblas y el Señor le empezó a mostrar el camino y la soluciones para todos su problemas. Sus vidas desde aquel instante no volvieron a ser las mismas. Dios una vez más impactó en aquellos corazones."

Pero no todos tiene la misma suerte, cerca de la casa de campo de mis padres vivía un hombre que estaba al frente de una gasolinera, su hogar era su puesto de trabajo, pues allí él tenía su casita prefabricada. Una tarde de verano, dando ya la alarma de las primeras lluvias, pasé con mi coche por ahí como otras tantas veces, pero esta vez hubo algo que me detuvo, bajé del coche y empecé a observar con detalle el gran deterioro que ese lugar estaba sufriendo.
Había pasado ya varios años, tres creo recordar, que aquel hombre de aparente bondad, había decidido quitarse la vida en un árbol, detrás de su casa.
Pensé para mis adentros: "¿Qué hubiera sido de este hombre y de este lugar si alguien le hubiese hablado de Jesús?
Si alguien, le hubiese preguntado en qué momento de su vida se encuentra, tal vez este hombre en su desesperación se hubiera destapado, y hubiese resultado más complicado quitarse la vida."
Tal vez este hombre no tuvo a nadie que le lanzase una cuerda para salir de aquel pozo.
No lo sé, ignoro lo sucedido. Las malas lenguas culpan a su mujer, otros hablan de la perdida económica tan desastrosa... la verdad me es indiferente los motivos, solo sé que desde ese instante tan dramático, la oscuridad y la ruina se apoderó de todo este emplazamiento. Y dicho emplazamiento era refugio del campesino, un lugar de encuentro para regantes. Una estación de servicio donde podías repostar gasolina para seguir con tu destino. Un sitio lleno de bellos recuerdos. Y ahora por culpa de una mala decisión, es pastos de la miseria. Como he escrito anteriormente, por desgracia, no todos tiene la misma suerte...

A continuación mostraré unas imágenes de como quedó aquel lugar después del terrorífico suceso, advierto que estas imágenes no es para expandir el misterio y el mundo del ocultismo, tampoco es para levantar expectación ante el mundo paranormal y sus múltiples ramas, sino para demostrar que cuando una persona decide quitarse del medio, el problema no se va con él, sino que empeora, y ya le será imposible solucionarlo desde el lugar en el que se encuentre.

Porque sí hay solución, el Señor tiene solución para tu vida. Él dice en su palabra:
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.  Jeremías 29:11."
" Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3."
"Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar...  S.Mateo 11:28."

Y así podría citaros miles de versículos que hablan del poder de Dios, de su amor y ayuda hacia nosotros, si decidimos acercarnos a él. Anteriormente como habéis leído, os he descrito algunos testimonios, que hablan de la intervención, de la ayuda divina y del gran cambio que hemos tenido las personas que hemos esperado en Dios. Y no solo son estos dos, sino existen millones de testimonios como estos por todo el mundo, que hablan del maravilloso amor y rescate que tuvo el Señor en sus vidas, tan solo es cuestión de ofrecerle a él nuestro corazón.
"El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; YO he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.  S.Juan 10:10."







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