viernes, 11 de abril de 2014

ATRÁEME A TI

Está atardeciendo, no lo puedo evitar, me adentro en ese paisaje otra vez... Y vuelvo a recordar tu voz... ¿sabes? la puedo oír fuerte en mi corazón. Voy avanzando hacia tu llamado dulce, que a la vez es firme. Se hace patente el eco de tu voz en mi alma. Y mi espíritu parece estremecer.
Puedo contemplar el sol brillar aún con fuerza, el campo de trigo que hay a mi alrededor es dorado y la suave brisa baila dulcemente las espigas. Estoy avanzando en medio de ellas y lo hago muy despacio porque el temor aún no se ha apartado de este cuerpo imperfecto.
Mi mirada indecisa, se que la puedes ver... Respiro fuerte mirando al cielo y te oigo una vez más...
- "Ven me gritas, no mires atrás, ven..."  Cierro los ojos, no debo mirar atrás, pero siento que está muy oscuro. Y por miedo avanzo hacia adelante.
Tu voz me a trae con fuerza,  el sol da brillo a mi pelo dorado y la brisa cálida lo acaricia... esa melodía la vuelvo a oír. Se que estás en control, cada paso que doy, más segura me hayo. Siento unos tambores en mi pecho y es mi corazón que bombea con fuerza, caigo de rodillas en aquel campo dorado y el horizonte se vuelve rojizo... pues el sol se está escondiendo. Y tanta belleza me asombra. 
Te veo venir de lejos pues has podido notar mi quebranto y mi corazón fuertemente latir al contemplar la hermosura de tanta divinidad.
Solo un destello, tan solo un destello de tanto amor... eres fuego abrasador, y mi espíritu anhela una caricia de tu mano.
¿La verdad? ¿Quieres la verdad? Pertenezco a ti, esa es la verdad, deseo con todas mis fuerzas morir a mi misma, como mueren esos granos de trigo que hay a mi alrededor, van cayendo a tierra, para así llevar fruto... Pero estas malditas cadenas que me deja impedida ¡Por Dios, arráncamelas! pues no me dan tregua, no me dejan espacio para muchas palabras... Me cuesta trabajo oír tu voz y tu dirección. Y yo sólo quiero ser atraída por ti, pues se muy bien que nadie mejor que tú me amó así.
Quiero más de ti... si, quiero más, seguiré tu llamado, pues pertenezco a ti.
Me levanto una vez más y  puedo ver tus ojos mirarme, el miedo se disipa, pues aquí estoy ante ti.
Me vas soltando las cadenas que me hacen prisionera de este dolor, haciéndome sangrar mi corazón, y apartándome de todo lo que quiero ser en ti. Gotas de sangre he ido dejando a mi paso, aún no me he desangrado pues llegué a tiempo, y ese era mi gran temor, morirme por el camino, sedienta de ti, de tu agua, de tu muchas palabras, que dan vida a mi alma. Pues solo tú tienes el poder en mi. ¿A quien iré sino a ti? Aquí estoy en pie, alzo mi manos al cielo, y grito ¡libre soy! me rio y te veo sonreír... Y corro, corro hacia el horizonte, sin temor, sin prisa, sin tristeza, y te miro, en tu mirada hay gozo pues ya has descubierto que tuya soy y que llegué a tiempo a nuestro encuentro. Amor, eterno amor, tu amor es fuerte, fuego abrasador y mi espíritu siempre anhelará tu dulce mano .
¿La verdad? ¿Quieres la verdad? Pertenezco a ti, esa es la verdad.

                                         

Aquí os dejo un enlace de la canción que me dio vida para este relato: https://www.youtube.com/watch?v=6KiiCMhCq64

No hay comentarios:

Publicar un comentario